Magdalena de Kino, Sonora. Una de las tradiciones inculcada por el padre Eusebio Francisco Kino fue la de dar gracias a Dios por las cosechas obtenidas por los agricultores de la primera alta.
Una de estas formas era realizando un cocido de las verduras, legumbre y hortalizas que se producían acompañada de hueso y carne de res, cerdo o pollo.
Una vez realizado el cosido era invitar a sumarse a este evento a familiares, vecinos y amigo a degustar de estos alimentos en lo que previo se habían sumado aportando partes de sus cosechas.
Según las investigaciones de Felipe de Jesús Valenzuela Morales, historiador y ex cronistas de Magdalena, con anterioridad al evento el Padre Kino, mandaba invitaciones para reunirse con las etnias.
Esto le permitía enseñarles cómo vivir en paz a sí mismo como trabajar las tierras y la evangelización.
El evento fue tomando importancia principalmente en los lugares de orígenes de las etnias y la pozolada se desarrollaba en las milpas y parcelas que se ubicaban a las márgenes de los ríos Asunción, Saracachi, San Miguel, Babasac entre otros.
La tradición siguió y a la fecha los agricultores y habitantes de la región celebran estas acciones con el fin de agradar a Dios por permitirles sacar provecho a las tierras.
Magdalena de Kino, Cucurpe, Tubutama, Saric, Imuris Atil, Oquita, Altar, Caborca son algunos municipios donde se conserva esta tradición.
En Magdalena se celebró en la colonia San Isidro en la cancha del lugar donde las mujeres fueron las encargadas de cocinar en grandes ollas el pozole de trigo o milpa que ofrecieron a la comunidad magdalenenses.
En el evento estuvo presente Omar Ortez Guerrero, acompañado de Estefanía Rojas de Ortez, Presidenta del Desarrollo Integral para la Familia DIF.
También en el municipio de Cucurpe se continuó con esta tradición en distintas comunidades a las márgenes de Rio Saracachi.
En Imuris, Los Janos, Las viguitas, La mesa, Terrenate en algunos domicilios se ofreció la pozolada.
En el municipio de Tubutama en la comunidad de La Reforma es en donde se acentúa más esta tradición.
En el cocido no debe de faltar el trigo como principal elemento, así mismo las habas, repollo, papas, frijol blanco, quelite verde, acelgas, espinacas, cebollas, zanahorias, bledo, ajo, verdolagas, cilantro y desde luego hueso con carne de res o mixto con cerdo.
La tradición ha tomado una gran relevancia y se le ha dado también el nombre de pozole de San Isidro, en Tumacacuri, Tubac y San Javier Arizona en familias se realizan esta tradición en especial entre la población de la etnia Tohono O´ Odham “Papagos”.
Hay quienes aseguran que “el wacabaque”, platillo de la etnia Yaqui, es similar al pozole de trigo.
Por otra parte, el día 15 de mayo al celebrarse el día del agricultor también escogió como el “Día del Maestro”, toda vez que también siembran la semilla del saber en los estudiantes.